Desde tensiometro y salud os hablamos siempre de la importancia de la hipertensión arterial y de la necesidad de controlar la tensión arterial en todas las personas y de manera particular y más frecuente en algunos grupos como los ancianos, las embarazadas, personas con enfermedades renales y con antecedentes de enfermedades cardiovasculares como infartos de miocardio.
Los tensiómetros digitales son la herramienta fundamental para conseguir este tipo de control, ya sea en personas diagnosticadas de hipertensión o en aquellas que, pese a no tener el diagnóstico, deben controlarse más frecuentemente. Con ellos conseguimos dos objetivos:
- En el caso de que ya estemos diagnosticados servirá como complemento de las mediciones que nos realicen en nuestro centro médico habitual con nuestro médico de cabecera. De esa manera no necesitaremos ir tantas veces al centro de salud sólo para medirnos la tensión y además podemos evitar la hipertensión de bata blanca que ya hemos comentado en nuestro blog. De forma cómoda podemos comprobar que la medicación o las medidas que nos hayan recomendado ( dieta, ejercicio…) estén funcionando correctamente.
- Si no estamos diagnosticados nos servirá para el control periódico de nuestra presión arterial. De esta manera podemos descubrir si sufrimos ( nosotros o nuestra familia) de hipertensión. En ese caso desde tensiómetro y salud te recomendamos que te pongas en manos de tu médico para que confirme el diagnóstico y establezca si es necesario realizar algún tratamiento.
Y es que los tensiómetros digitales poseen muchas ventajas: facilidad de uso, fiabilidad ( en el caso de aparatos homologados) y comodidad. Muchos de ellos incorporan funciones que nos facilitan aún más la labor tales como memorias, detectores de arritmias etc. Otros incorporan sistemas como el manguito preformado que facilita aún más el proceso.
Lo que caracteriza a los tensiómetros digitales es la presentación de la medida de la tensión arterial en una pantalla que nos da nuestra tensión arterial sistólica y diastólica en forma numérica. Se diferencian de los clásicos tensiómetros que se encontraban ( porque ahora ya cada vez se ven menos) en las consultas médicas y que medían la presión con una columna de mercurio que había que observar a medida que descendía y mientras se auscultaba el flujo sanguíneo arterial.
Dado el amplio mercado de tensiómetros y la cantidad de funciones extras que pueden llegar a incorporar, a veces nos puede resultar difícil elegir el modelo que mejor se adapte a nuestras necesidades. El objetivo que nos hemos marcado en tensiómetro y salud es ayudarte a elegir el mejor aparato para ti.